Gráfico vectorial de una planta en crecimiento con hojas, simbolizando el desarrollo y protección del patrimonio a largo plazo con InvestaTrust.

¿Tu protocolo familiar está vivo…o simplemente existe?

A lo largo de los años, hemos acompañado a numerosas familias empresarias en sus procesos de sucesión, institucionalización y planificación patrimonial. Y en ese camino, hemos identificado un fenómeno que nos llama a la atención " Protocolos familiares creados como si fueran piezas ceremoniales". Documentos escritos para ser firmados… y luego, guardados y olvidados, un "jarrón chino".

Demasiadas veces se redacta un protocolo sin comprender su verdadera naturaleza. No es un pergamino para colgar en la sala de juntas. Tampoco es un documento simbólico que se revisa una vez y queda archivado en la caja de seguridad.

Un protocolo familiar bien diseñado debe ser un instrumento vivo. Uno que respire al ritmo de la familia, que evolucione con ella y que se integre de forma real y coherente con la estructura empresarial y patrimonial. 

Un buen protocolo familiar:

Se revisa y actualiza con el tiempo.

Encuentra resonancia en estatutos sociales, acuerdos de socios, trusts y fundaciones privadas.

Cuando no existe una estructura patrimonial formal, el acuerdo de socios se vuelve clave para conectar compromisos familiares, como el protocolo familiar, con la operación empresarial.

Inspira e informa reglamentos internos, códigos de conducta, políticas de dividendos y criterios claros para la incorporación, permanencia y salida de familiares en la empresa.

Se refleja en la arquitectura del gobierno corporativo y del consejo de familia.

Es comprendido, valorado y legitimado por todas las generaciones.

Por eso, diseñar un protocolo familiar exige una mirada profundamente interdisciplinaria: derecho societario, fiscalidad internacional, arquitectura patrimonial, estrategia familiar, gobernanza, derecho de familia y —no menos importante— herramientas para entender y manejar el tema emocional de la familia.

En Investa vemos al PROTOCOLO FAMILIAR como una pieza de alta filigrana: cada hilo —jurídico, empresarial, emocional, fiduciario, formativo y laboral— se entrelaza con precisión y sentido. Solo así puede transformarse en una brújula viva, no en un documento muerto, "un jarrón chino", que permanece inerte en una estantería. 

¿Quieres revisar si tu protocolo está alineado con tu estructura familiar y empresarial?

En Investa Trust contamos con un equipo preparado para ayudarte.

Puedes solicitar una reunión con nuestro equipo para evaluar la vitalidad de tu protocolo familiar.

 
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